Jesús fue tentado en el desierto 3 veces
La diferencia aquí seria que ahora la tentación seria en su propia carne. Decidir entre no ir a la cruz e ir, era la copa que Jesús debía beber y soportar por su amargo sabor y dolor:
Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú. Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora?(Marcos 14:35-38)
Esta declaración demuestra el conocimiento que Jesús tenia del precio a pagar por cada uno de nosotros. Esa copa marco la diferencia entre salvación y condenación. El costo de la copa era incalculable a partir de ese momento, y Él estuvo dispuesto a pagarlo por cada uno de nosotros.
Getsemaní, el inicio de nuestra redención:
Hasta este momento pareciera como si Satanás hubiera tomado ventaja y el control total sobre la vida de Jesús. Reconocer que no podía hacer nada más que ir y morir en una cruz fue la coartada perfecta para engañar a su adversario. Hasta aquí el plan de Dios había llegado a su último punto:
Otra vez fue y oró, diciendo las mismas palabras. Al volver, otra vez los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño; y no sabían qué responderle. Vino la tercera vez, y les dijo: Dormid ya, y descansad. Basta, la hora ha venido; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores. (Marcos 14:39-41)
Jesús mismo estaba dispuesto a entregarse para iniciar el camino a la victoria y la derrota de Satanás. A partir de aquí lo que se venía eran unos días de amargo sufrimiento pero era el único camino para llegara nuestra redención. Aquí iniciaba el verdadero calvario de nuestro Señor Jesucristo, ese calvario que era necesario enfrentarlo y soportarlo para que ahora podamos tener acceso al Padre a través de su Hijo Amado.
Jesús derramo su corazón en el huerto de Getsemaní, hoy es el día que tu derrames el tuyo delante de Él, es necesario para alcanzar el perdón de tus pecados y la vida eterna…
Dios te bendiga hoy y siempre…
Ps. Giovanni Barrera