Dios no nos regala su amor porque lo merezcamos -2

Dios no te ve indigno, no te ve hipócrita, no te ve como tu te ves, al contrario, Él te ve con ojos de amor, te ve cómo un necesitado de su amor, cómo alguien que necesita su cariño, cómo alguien que necesita que le extiendan una mano y esa mano extendida siempre la ha tenido Dios hacia ti.

¿Por qué no dejas de auto culparte y comienzas a darte cuenta que Dios quiere sanar esas heridas que te avergüenzan?, ¿Por qué no dejas de autoexcluirte y comienzas a darte cuenta que Dios te anda buscando porque quiere restaurarte?

Hoy es un buen día para que te des cuenta que Dios ha utilizado todos los medios posibles para que comprendas que Él lo único que quiere es restaurarte y hacer de ti una mejor persona, Él no está aquí para acusarte ni juzgarte, al contrario, Él a pesar que lo sabe todo te sigue amando y quiere terminar la obra que ya comenzó en ti.

Hoy es el día en que tienes que rendirte completamente delante de su presencia y reconocer tu necesidad profunda de Él, hoy es el día en que tienes que poner a sus pies todas tus debilidades y reconocer que sin Él no serás capaz de salir adelante.

Cuando te humillas delante de Dios, cuando reconoces tu necesidad de Él, cuando te das cuenta que ya no puedes más, es cuando Dios puede obrar más y mejor en tu vida. Y es que cuando tu espíritu se humilla el Espíritu de Dios comienza a exaltarte, porque un espíritu humillado es un terreno preparado y fértil para cosechar los mejores cambios que el Espíritu Santo de Dios puede obrar en tu vida.

Ríndete delante de Dios este día, reconoce tu necesidad de Él y deja que Él te abrase lleno de amor y comience a obrar esos cambios que realmente necesitas.

¡Dios te sigue amando!

“Para ti, la mejor ofrenda es la humildad. Tú, mi Dios, no desprecias a quien con sinceridad se humilla y se arrepiente.”

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