Con misericordia y verdad se corrige el pecado – Parte 2
Es decir que la misericordia es el hecho de no llevar a cabo el castigo de algo de lo cual justamente lo merecías. Y es que así es Dios, esa es la misericordia de El, la cual nosotros olvidamos, ese misericordia que nos perdono de nuestros pecados y nos regalo una nueva vida por su Gracia.
¿Cuántos de nosotros merecíamos un castigo eterno?, ¿Cuántos de nosotros éramos pecadores empedernidos? ¿Cuántos hicimos meritos para recibir castigo divino?, creo que TODOS, pues la Palabra del Señor dice: Como está escrito: “No hay justo, ni aun uno” Romanos 3:10.
Mas por la Misericordia de Dios hoy podemos gozar de una vida nueva, pues el perdono lo imperdonable, nos recibió sin preguntar quienes éramos, mas tuvo una inmensa misericordia al recibirnos con los brazos abiertos, limpiarnos de toda maldad y por medio de su Gracia regalarnos una entrada al Cielo. Sin duda Dios sabe realmente que es la Misericordia. Lastimosamente nosotros NO.
Amados hermanos, es hora que nos levantemos como una Iglesia de Misericordia, esa que en lugar de señalar, acusar o juzgar, se dispone a vendar las heridas del caído, a darle la mano al que tropezó, a restaurar a aquel que piensa que ya no hay perdón para el.
Si realmente cada uno de nosotros pusiera en práctica la misericordia de Dios, nuestras Iglesias estarían llenas de personas que aman a Dios, no habría divisiones, enemistades, pleitos ni nada que tenga su origen en la falta de misericordia.
Es que este proverbio es bello y además lleno de sabiduría: “Con misericordia y verdad se corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal”.
La segunda parte del verso dice: “Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal”, ¿Cómo tendrá temor de Jehová una persona a la cual no le demostramos misericordia, sino que en lugar de misericordia le dimos juicio?.
¿Vez la importancia de practicar la Misericordia?, cuando nosotros practicamos la misericordia en la vida de las personas, estas pueden ser transformadas por el poder de Dios, a tal punto de que llegara un momento en donde el temor de Dios llegara a su vida y esto hará que se aparten del mal o del pecado.
El anhelo de Dios es que su Iglesia practique el amor, la misericordia y el perdón sin el cual ninguno de nosotros hoy en día estuviera perseverando en sus caminos. Dios te ha dado amor, tuvo misericordia de ti y te perdono sin importar cual fuese tu pecado.
P/ Enrique Monterroza.