Apartándose del mal

Por naturaleza tenemos la cualidad de buscar siempre el mal, y es que la naturaleza pecaminosa que tenemos nos induce cada día a buscar lo malo, sin embargo desde el día que decidimos entregarle nuestra vida a Dios, desde ese día comenzamos una batalla para negarnos a nosotros mismos, a nuestros deseos pecaminosos para comenzar a obedecer y agradar a Dios con todo lo que hagamos.

Aquellos que ya tenemos conocimiento de Dios, que hemos leído la Biblia, que mantenemos una comunión diaria con Dios sabemos muy bien qué cosas le agradan a Dios y qué cosas lo desagradan, sin embargo a pesar que sabemos la teoría somos muy malos para la practica; y es que a pesar que sabemos lo malo muchas veces vamos detrás suyo a sabiendas que eso desagrada a Dios.

Quizá las últimas semanas has estando haciendo algo malo, que sabes que no tienes que hacer, que muy bien conoces que desagrada a Dios, pero que por alguna razón no quieres dejar de hacer, a lo mejor porque satisface a tu naturaleza carnal, pero nunca a tu espíritu. La Biblia dice: “El sabio teme y se aparta del mal; Mas el insensato se muestra insolente y confiado.” Proverbios 14:16 (Reina-Valera 1960).

¿Qué quieres ser tú?, ¿Sabio o insensato?, estoy seguro que la teoría la sabemos la gran mayoría, pero la teoría se queda en nada cuando no se lleva a la practica. Lo más duro de todo es que a veces estamos haciendo lo malo a conciencia, es decir que sabemos muy bien que debemos dejar de hacer y no lo hacemos. La Biblia se refiere a esto: “Recuerden que es pecado saber lo que se debe hacer y luego no hacerlo.” Santiago 4:17 (Nueva Traducción Viviente).

¿Qué estás esperando para dejar de hacer lo que muy bien sabes que está mal?, ¿Qué es lo que tiene que hacer Dios para que tu corazón se vuelva a Él y tu intención sea solo agradar a Dios y no a tu naturaleza pecaminosa?

Es hora de ser valientes, es hora de levantarnos como ese ejercito de valientes que hacen a un lado sus deseos personales y comienzan a buscar el agrado de Dios, es hora de apartarnos del mal y comenzar a buscar el bien, es hora que la teoría se vuelva practica.

Hoy te invito a ser valiente, a utilizar ese dominio propio del cual Dios te doto para decir NO a aquello que desagrada a Dios, es hora de agradar a Dios con todo y en todo porque Él se lo merece, porque Él ha sido bueno y porque fuimos llamados a vivir para Él y no para nuestros deseos.

¡Se valiente y apártate del mal!

Enrique Monterroza

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