Pelear no te da ningún beneficio- 3
2. Desarrolla paciencia en tu vida: Si lo sé, como que la palabra paciencia no es muy compatible con nuestro carácter, pero no lo digo yo, lo dice la Biblia. Efesios 4:2 dice: “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor”. Y es que esa es la palabra perfecta para tener paciencia: AMOR. Mientras en tu vida no exista el amor es difícil soportar con paciencia las acciones que no te agradan. Como pareja debemos amarnos y aceptarnos con nuestras virtudes y defectos, tenemos que aprender a vivir con las imperfecciones de nuestra pareja y nuestra pareja con las nuestras, por tal razón el amor es muy importante para desarrollar paciencia en nuestra vida.
3. Aprende a quedarte callado(a): Hay momentos en donde es mejor no hablar, por tal razón es necesario aprender a quedarse callado cuando vas a pronunciar un comentario que sabes muy bien que desatara una discusión. A veces el evitarnos de decir algo puede ser más provechoso que decir lo que pensamos sin analizarlo. Proverbios 17:27 y 28 nos da una lección sobre este punto: “El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; De espíritu prudente es el hombre entendido. Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido”. Creo que mas claro no puede estar, no tengo más que decir después de leer esos versos de Proverbios.
4. Por ultimo, Pon en práctica el amor que un día le declaraste: Es difícil de asimilar, pero el problema de las discusiones o peleas constantes no existiera si el amor que un día se juraron estuviera presente constantemente en su relación. Y es que se nos olvida que el amor todo lo soporta, no hace nada indebido, no se irrita (1 Corintios 13), pues lastimosamente muchas veces hacemos lo contrario. Pienso que si el amor del uno hacia el otro se mantuviera pese a cualquier cosa, fuera una herramientas que nos ayudaría a comprender y tratar de ayudar a nuestra pareja para no caer en errores que nos pueden causar discutir. Con esto no digo que no se amen, sino que muchas veces nos olvidamos que si estamos juntos y nos casamos es porque nos amamos y ese amor con el que un día decidimos pasar el resto de nuestra vida juntos es el que tendría que motivarnos a evitar episodios grises en nuestra relación matrimonial.
Amados, ningún matrimonio es perfecto, pero eso no es excusa para tratar de buscar la perfección. Cada uno de nosotros somos capaces de mantener un matrimonio saludable, de aprender cada día a tratar mejor a nuestro cónyuge, el hecho de tener muchos años, décadas quizá de matrimonio no quiere decir que no puedas aprender algo nuevo cada día. Si tan solo nuestro corazón fuera humilde para reconocer que muchas veces se nos olvida que el amor es el centro de nuestra relación, creo que nuestro matrimonio aunque no fuera perfecto, pero si estaría muy bien encaminado y glorificando a nuestro Señor.
Evitemos caer en el juego del enemigo, en el que su episodio preferido es ver como los matrimonios pelean por cosas tan insignificantes sin obtener ningún beneficio de ello.
Tratemos cada día de amar a nuestra pareja de la misma forma que el amor de Dios y su misericordia es para con nosotros, esto es: NUEVA CADA MAÑANA.
Que nuestro amor por nuestra pareja sea nuevo cada mañana y que la amemos con el mismo o aun mayor amor con el que el día de nuestra boda le declaramos.