Enfrentando lo problemas con fe y confiando en el Señor 2
Consultemos con Dios nuestro Problema: Uno de los grandes errores de los creyentes es que creemos que en medio de todo problema, navegamos a la deriva y que Dios se ha olvidado por completo de nosotros.
Dios tiene cuidado de nosotros, pero siempre debemos consultarle a él ante cualquier problema que enfrentemos. El rey Josafar lo hizo, sabía que Dios vigilaba su pueblo y los busco en oración: Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciemdo.
Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi.
Entonces él tuvo temos; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. (2a. Crónicas 20: 2-3) Tomar en cuenta a Dios, es decirle que dependemos de él y que necesitamos su ayuda.
Josafat no perdió el tiempo en considerar sus habilidades y recursos. Antes de actuar consultó a Dios y clamó por ayuda. Resolver nuestros problemas por medio de la oración es lo que deberíamos hacer siempre.
Pidamos ayuda a Dios a traves de la oración Nuestra primera reacción ante un problema, debe ser buscar a Dios. El rey Josafat sabía que no podría enfrentar a los 3 ejércitos que venían contra él.
La oración de Josafat no se centró en el enemigo sino en Dios para pedirle ayuda y socorro: Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová. Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo.
(2ª Crónicas 20:4-5) Josafat sabía que esos enemigos podrían no solo derrotarlo en el campo de batalla sino también destruir los hogares de su pueblo y despojarlos de sus pertenencias.
Cuantos de nosotros estamos enfrentando una situación difícil donde lo único que nos queda es el pronto auxilio del Señor. Si creemos que Dios puede hacerse cargo de cualquier problema que enfrentemos, entonces corramos hacia el a pedirle ayuda y socorro, la mejor manera de hacerlo es a través de la oración sincera, humilde y llena de fe.