Dándole más valor a la Gracia de Dios -1
Recuerdo a finales de los años 90 cuando le entregue mi vida al Señor y comencé este caminar, me enseñaron a vivir una nueva vida, a través de la Biblia me mostraron que era hora de enderezar mi caminar, tratar de hacer a un lado el pecado y comenzar a vivir en santidad.
Cada día para mi era una oportunidad más para tratar de vivir en santidad, obviamente fallaba en muchas ocasiones, pero el dolor por fallar me llevaba a tratar de mejorar esas áreas por amor a Dios y con el único objetivo de honrar su Nombre. Fue así como inculque en mi vida una cultura de fidelidad y amor por Dios, decidí hacer todo lo contrario a lo que mi carne me pedía, la vida de oración que tenia, más la lectura de la Biblia que era primordial en mi vida hicieron de mi una persona diferente, una persona que mostraba el amor de Dios y al mismo tiempo intentaba agradarlo.
Ahora casi dos décadas después sigo intentándolo, sigo fallando, pero no me acostumbro a las fallas sino que trato la manera de mejorar, sé que me cuesta, pero no dejo de intentarlo, sigo sintiendo dolor por pecar y me niego a acostumbrarme al pecado.
A diferencia de aquellos años de mis inicio en el cristianismo, veo hoy en día una corriente de “GRACIA”, que disfrazan su vida de pecado deliberada con la “Gracia” de Dios. Es decir, pecan y pecan y se escudan en que la gracia de Dios los alcanza, en que no son perfectos y que no importa el pecado que continuamente cometan, siempre Dios los perdonará.
Siendo sincero hay cierta parte de verdad en su filosofía: Primero, vamos a seguir pecado aunque no queramos hacerlo pues es nuestra naturaleza, Segundo, Dios nos perdona no importando el pecado que cometamos.