Cerrando tus oídos a Dios -3
Cuando Dios te da un mandato que a la primera no se oye tan bonito o al analizarla te das cuenta que será difícil de acatar, aun con todo esto, ¡Obedece!, lo menos que Dios quiere es hacerte daño.
Lo menos que Dios quiere es hacerte infeliz, al contrario, Él siempre velara por tu bienestar, por lo tanto aun cuando creas que su voz te está diciendo que hagas algo muy difícil, ¡Hazlo!, porque al final te darás cuenta que Dios siempre tuvo la razón.
Hoy quiero motivarte a que no sigas cerrando tus oídos a Dios, Él ha estado desde hace mucho tiempo hablando a tu vida, tú sabes bien que es lo que ha estado diciéndote, tú bien sabes que decisiones tienes que tomar, no desobedezcas, no hagas lo contrario esperando que te vaya mejor, porque ¡Jamás! Te irá bien si haces lo contrario a lo que Dios te está mandando a hacer.
¡Obedecer a Dios, aun cuando sea difícil, es mejor que cualquier buena idea o cualquier buen plan que tengas!
“Así que Moisés le dijo al pueblo: «Asegúrense de obedecer todos los mandatos del SEÑOR su Dios y de seguir sus instrucciones al pie de la letra.
Manténganse en el camino que el SEÑOR su Dios les ordenó que siguieran. Entonces tendrán una vida larga y les irá bien en la tierra donde están a punto de entrar y que van a poseer”. Deuteronomio 5:32-33 (Nueva Traducción Viviente)
“Pero Samuel respondió: —¿Qué es lo que más le agrada al SEÑOR: tus ofrendas quemadas y sacrificios, o que obedezcas a su voz? ¡Escucha! La obediencia es mejor que el sacrificio, y la sumisión es mejor que ofrecer la grasa de carneros”. 1 Samuel 15:22
Enrique Monterroza.